lunes, 15 de agosto de 2011

Leer en caso de invasión alienígena. Capítulo I: La Amenaza

CAPITULO I – LA AMENAZA

Hemos visto múltiples veces en el cine y en la televisión como otras personas se han imaginado como sería el contacto entre los seres humanos y seres más o menos evolucionados venidos de otro planeta...  Desde que tiene conciencia de que el universo es universo y que existe la posibilidad de que nuestro planeta no sea la única excepción viva entre los miles de millones de sistemas planetarios que puedan existir, la curiosidad innata del ser humano le ha hecho imaginar como podría resultar la interacción entre nosotros y otros que se hayan desarrollado en otro planeta; vemos que el ser humano es básicamente optimista porque a pesar de que las civilizaciones alienígenas son casi siempre más evolucionadas que nosotros (sobre todo tecnológicamente), siempre solemos salir vencedores, pero claro, una película en la que la especie humana fuera eliminada del cosmos igual no tendría mucho éxito de taquilla.

Salvo excepciones como ET, Alf o el Sr. Spock (en adelante "extraterrestres chachis") lo habitual es que los visitantes de otros planetas resulten ser hostiles (en adelante "extraterrestres chungos"), por diferentes razones y con distintos objetivos; los “lagartos” de “V” venían a comerse vivos nuestros ratones, en “señales” querían cosecharnos, en “Campo de batalla: la Tierra” nos habían esclavizado como mano de obra barata, en “Independence day” querían nuestros recursos, los que todavía no nos hemos cargado... y es lógico que pensemos así si tenemos en cuenta los patrones de comportamiento del Homo sapiens cuando ha colonizado un nuevo territorio. 

Tenemos la manía de eliminar otras especies, bien con competencia para ocupar sus nichos, bien porque nos las comemos, porque nos estorban o simplemente porque han tenido la mala suerte de estar en el lugar menos indicado en el peor momento, podemos poner como ejemplos:

Eliminación competitiva: 

El Homo neanderthalensis que evolucionó inicialmente de manera paralela al Homo sapiens pero desaparecieron hace unos 30.000 años, aunque ninguno de nosotros estaba allí para verlo se dice que una de las posibles causas es que fuera desplazado por nuestros antepasados.

Eliminación por consumo: 

Ejemplo claro es el de las moas (Dinornis ssp.) de Nueva Zelanda. Eran aves gigantes que a los primeros cazadores maoríes que colonizaron las islas les resultaba sencillo cazar, y las cazaron, se las comieron, siguieron cazando y comiendo, hasta que las hicieron desaparecer allá por el siglo XVI. 

Eliminación por defensa (véase "nos estorban"):

Megalania prisca era un tierno saurio gigante que vivía en Australia, pariente del varano monitor, que en su estatus de cabeza de la pirámide alimenticia tenía por costumbre comerse de vez en cuando una o dos personas. Durante el día este reptil era un adversario inabordable, pero su condición de poiquilotermo (o animal de sangre fría) le hacía vulnerable durante la noche y las primeras horas de la mañana ya que no podía moverse hasta que su sangre alcanzara una cierta temperatura; cuando los aborígenes australianos se enteraron de esto, para evitar peligros innecesarios, se dedicaron a eliminarlos por el método de "yo quemo este campo y si estás en el medio te jodes".

Eliminación indirecta: 

Aquí os hablaré del lince ibérico (Linx pardinus), que quizás la causa de su desaparición (todavía no extinto pero ahí le anda) no ha sido tanto por caza directa sino porque ha desaparecido su hábitat (monte mediterráneo) y su principal alimento (los conejos)... A día de hoy la principal causa de mortalidad de los individuos de esta especie, es el mejor ejemplo de mal momento en mal lugar, son los atropellos.

Pero no solo hemos actuado así con poblaciones de especies diferentes a la nuestra sino que haciendo gala de la “ley del más fuerte” nos hemos empeñado en eliminar incluso a poblaciones de nuestra misma especie para explotarlas y por considerarlas simplemente inferiores: Mejor ejemplo que el de la conquista-invasión de América no puede haber, el hombre (y digo el hombre porque la mujer por entonces pintaba poco, aunque fuera Isabel la Católica la mecenas de Colón) El hombre occidental, europeo, diezmó a sus congéneres americanos tanto de forma directa, a fuego de trabuco, mosquete o fusil (de manera más eficaz tras la famosa invención de Samuel Colt), como indirecta, les regalamos entre otras la viruela, a cambio parece ser que nos trajimos la sífilis (¿castigo divino? Si es así Dios se ha quedado corto, aunque ciertamente atacó donde verdaderamente duele).

Volviendo al tema alienígena y teniendo en cuenta nuestros propios antecedentes nada nos empuja a pensar que vengan a hacernos una visita de cortesía y en son de paz, y si así fuera igual nuestro recibimiento les haría cambiar de opinión, porque en general no se puede decir que seamos muy hospitalarios. No se me ocurre ningún motivo para que quisieran contactar con nostros de forma pacífica, salvo el que de verdad posean una cultura superior donde primen valores que nosotros conocemos pero en la mayoría de las ocasiones preferimos ignorar. Recapitulando, me atrevo a decir que lo más probable es que si vienen sus intenciones no sean honorables sino que quieran algo de nosotros o de nuestro planeta, mi mentalidad de ser humano me obliga a pensar así ya que, sin ser tan mezquinos como nosotros, suele ser la forma de actuar de todo ser vivo.

¿Por qué tendrían los alienígenas interés en visitarnos? 

Para responder a esta pregunta simplemente tenemos que pensar en que interés tendríamos nosotros en contactar con otras formas de vida, y a partir del “modus operandi” que el ser humano ha usado y abusado en el pasado te puedes imaginar como actuaríamos en ese hipotético caso y aplicarlo desde el otro punto de vista: no somos los visitantes sino los visitados. Las diferentes opciones las iré desarrollando en capítulos siguientes, aunque antes quiero tener en cuenta algunas consideraciones, pero ya me atrevo a hacer una conclusión:

Sean hostiles o no, a menos que su llegada se vea provocada por una falta de alternativa, habrán valorado suficientemente los riesgos como para que no tengamos nada que hacer para impedir sus propósitos.

1 comentario:

  1. Veo que te estrujas las neuronas. Mira la pelí "PAUL" te reirás y va en la onda de todo esto.

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